Mi primer curro ha sido hace no muchos años en una tiendecita de mi pueblo. Estaba sacándome el módulo de forestal mientras que iba los fines de semana a la tienda, para sacarme un pequeño sueldo. Era sencilla de gestionar, tenia que reponer y limpiar la tienda, entre cliente y cliente. Como es un pueblo pequeño, los clientes no se acumulaban, no había estrés. Mis jefes me trataban muy bien, a día de hoy no tengo queja. Y un sueldo acorde a mis tareas.
Un día como cualquier otro, vino un cliente y al atenderle todo normal, excepto porque me dijo un comentario de que yo tenía que estar ahí currando. Ahí se me cambió algo. De repente ir a la tienda ya no era tan bueno como al principio. Ahora estaba atado, allí, y no podía salir. Realmente no cambió nada. No empeoraron las condiciones. No me pagaban menos. Lo único que cambió fue mi punto de vista. Por suerte, actualmente, mis recuerdos son muy positivos.
Tras acabar los estudios, entré en el almacén en el que estoy ahora. Estaba acojonado. El primer día sentía las pulsaciones de mi corazón y pensaba que allí mismo me iba a dar algo y que me iban a echar, pero no. Cuando llegué al departamento y estuve unos días allí, la actitud era de equipo, y yo quería ser parte de ese equipo. Fueron unos meses donde cada día era emocionante. Hablo de un almacén donde lo que hacemos es coger cajas. Pero al ir todos a una era una sensación de pertenecer a algo, de tener un objetivo. Sin olvidar de lo mas importante, el buen rollo que había entre todos. Estábamos siempre de risas, bueno, yo mas tímido, pero igualmente me contagiaba.
Desde hace un tiempo hasta ahora, voy cabreado a trabajar, y allí me pongo mas cabreado todavía. Sobre todo por el ambientillo que hay allí, del que yo formo parte, ojo. Hay muchas críticas, mucho ánimo bajo, etc, no diré mas. La cuestión es que el ambiente se me pegó y no solo estoy yo de bajón, sino que lo provoco a los demás, y eso no es bueno. Me di cuenta hace poco de que yo no soy alguien así, en parte hablando con algún compañero que sigue con el buen rollo, en parte por leer y estar informado.
Por otro lado, el click que me dio fue al recordar un par de cosas del pasado. Recordé en el bar tomándola después del curro, que en la universidad estaba enamorado de una chica que se iba a ir. Ella no creo que sintiera lo mismo por mi, pero nos llevábamos bien. No le dije nada y le deseé que le fuera bien, porque no quería afectar de alguna manera su viaje. Lo hice porque sentía algo por ella, y no me arrepentí ni me arrepiento. Eso a día de hoy es dificil que lo haga, me he vuelto mas egoísta, pero aun así, recordé que era de esa manera, ese era mi verdadero yo. Unos días mas tarde, hablando con mi amiga Ana de Badajoz, me enseñó un poema mío recitado por ella y me emocioné. Alguien no se había olvidado de que yo escribía, había llegado a alguien con ese poema, y encima a mi amiga, y eso y la conversación que tuvimos me devolvió a como era antes, volví a ser como tenía que ser yo. Gracias, por cierto. A partir de ahí quise cambiar mi forma de ver las cosas. Resumen rápido, sigo cabreado, pero menos.
Desde hace meses estoy tratando de aceptar todo como es, sin intentar cambiarlo, al menos ese es uno de los pilares mas básicos de la filosofía estoica. Como dice un colega, que me la sude todo. Tampoco lo veo así, pero si que no implicarme personalmente en todo lo que se me cruce. Si veo un problema, no tengo porque solucionarlo yo. Si veo una injusticia, no tengo porque indignarme, como mucho reportarlo y ya está. No puedo aplicar esta filosofía siempre porque el cabreo es mayor que todo, pero lo intento, de verdad.
Quitarme todas las cosas que me generan malas sensaciones ha sido un acierto. Desde las redes sociales a tomar distancia en otros aspectos, hasta criticar menos y escuchar menos cotilleos. Al final solo generan malos rollos y eso no da nada bueno. Mi objetivo, no dar cotilleos ni criticar a nadie, porque escucharlos es inevitable.
El primer año en este curro, cuando pegó el bajón después de navidad, a mi me mandaban a otro departamento a ayudar empujando un carro lleno de cajas pesadas detrás de una maquina. Y a mi me gustaba. Me decía a mi mismo que iba a aprender otro proceso de la nave, a conocer a gente y a salir de mi departamento para despejar la cabeza. En estos años todo me parecía una mierda. Actualmente, por suerte, algunos de mis compañeros me han invitado a dar un giro sobre como tomarme las cosas, aparte de informarme por los interneses, y si, la psicología positiva es necesaria para no entrar en un bucle de verlo todo mal, pero sin pasarse, eso si, recuerda que hay que aceptar que las cosas son como son, no vomitemos arco iris, por favor.
Así es como estoy acotando mi cabreo crónico, cuya fuente viene por todos lados y es imposible marcar una línea, pero si que se puede torear, o al menos eso estoy intentando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario